Blog de aprendizaje

Consejos de storytelling para formadores internos

201

Las empresas necesitan que sus empleados estén actualizados y que sepan realizar perfectamente su trabajo para resolver los retos de sus clientes. Aunque cada vez se está optando más por ecosistemas de aprendizaje que combinan diferentes canales, metodologías y formatos, la realidad es que la formación presencial sigue ocupando un gran volumen de las horas anuales estipuladas en las empresas, y que no siempre es posible contratar a formadores profesionales externos.

Cuando la formación presencial se hace con expertos internos, a menudo estos se encuentran con dos grandes retos:

  • Cómo enfrentarse a una audiencia, atraer a los participantes y captar su atención durante las 4, 6, 8 o incluso más horas que dure la formación.
  • Cómo trasladar su conocimiento a otros de tal modo que sea útil y aplicable al desempeño diario.

En estos casos se habla de la potencia del storytelling para crear emociones, vínculos y empatía, de tal manera que fluya el conocimiento y se haga una traslación efectiva del aprendizaje. De hecho, diferentes estudios avalan los efectos positivos que las historias causan en nuestro cerebro, y cómo facilitan el recuerdo posterior de lo escuchado/visto.

Sin embargo, muchos formadores internos creen en dos falsos mitos:

  • Que no son capaces de narrar historias de forma emotiva
  • O que el esfuerzo adicional que les va a suponer preparar su sesión utilizando historias no redunda en beneficios sustanciales.

Desde luego, pensar en cómo preparar una formación aplicando técnicas de storytelling no es tan rápido o sencillo como diseñar 30 0 40 slides con contenido «plano». Pero si de verdad queremos crear un impacto emocional que provoque que los asistentes a nuestra sesión quieran, puedan y sepan poner en práctica lo aprendido tras salir del aula, tenemos que invertir tiempo en prepararnos bien.

A continuación veremos cómo superar esos dos falsos mitos siguiendo algunos consejos prácticos.

1. CÓMO NARRAR HISTORIAS SIN SER UN CUENTACUENTOS NATO

Independientemente de nuestras habilidades innatas, todos narramos historias a diario. A nuestros amigos, cuando les contamos nuestras vacaciones. A nuestra pareja, cuando le resumimos cómo nos fue el día. A nuestros compañeros, cuando comemos con ellos y comentamos una noticia que nos llamó la atención o algo que nos pasó el fin de semana. A nuestro jefe, cuando le queremos convencer de un nuevo proyecto.

Es cierto que no todo el mundo tiene la misma “gracia” o capacidad de engancharnos con lo que cuenta, pero siguiendo una serie de consejos, practicando mucho y escuchando el feedback que nos den, es posible desarrollar esta habilidad.

Joe Lambert plantea en su obra “Digital Storytelling” (2015) siete pasos para trasladar historias con éxito:

  1. Emite un punto de vista propio y auténtico, que conecte con tus emociones personales
  2. Genera una pregunta dramática que cree tensión inicial y solo se resuelva al final
  3. Utiliza contenido emocional y haz énfasis en dicotomías emocionales: alegría y tristeza, amor y odio, orden y caos
  4. Modula tu voz según lo que estés narrando. La monotonía o un tono cansino provocará que la audiencia desconecte
  5. Usa música y efectos de sonido de fondo, para añadir atmósfera a tu narración
  6. Sé breve u directo: la economía narrativa es clave para no aburrir ni proporcionar datos innecesarios
  7. Da ritmo a la historia, jugando con picos y llanos

2. BENEFICIOS DIRECTOS DE LA APLICACIÓN DEL STORYTELLING A LAS FORMACIONES INTERNAS

Aprender a ser un buen contador de historias no es fácil ni rápido. Exige ganas, constancia y horas de ensayo. Los mejores monologuistas no son los que improvisan sus discursos, sino los que los ensayan una y otra vez hasta conseguir trasmitir naturalidad y sensación de improvisación.

Sin embargo, una vez que vayamos mejorando en nuestras habilidades de narración de historias conseguiremos ventajas inmediatas  importantísimas:

  • Ayudaremos al aprendizaje profundo, es decir, que lo que hayamos explicado se recuerde o memorice
  • Crearemos un vínculo emocional con nuestros participantes en la sala, con lo que les mantendremos “on”, encendidos y vinculados durante buena parte de nuestro discurso
  • Serviremos de inspiración y motivación. Nuestra historia, convertida en suya, pasará a otras personas (compañeros, amigos, familiares)
  • Transferiremos no solo conocimientos sino también emociones, valores, sensaciones y experiencias que les servirá de vínculo con nosotros, y también con la organización
  • Provocaremos momentos de pensamiento crítico, innovación y creatividad, ya que cada oyente podrá contrastar nuestra historia con sus vivencias y creencias personales
  • Haremos nuestra sesión participativa, podremos compartir diferentes puntos de vista y experiencias que nutras y enriquezcan nuestra historia en el futuro, haciéndola wiki y colaborativa

Con el storytelling o narración de historias aplicado a nuestras formaciones internas reduciremos la distancia entre formadores y formandos, así como la distancia entre el contenido teórico y la realidad donde se aplica. Además, se logrará una personalización del aprendizaje creando vínculos interpersonales emocionales y reales, donde las historias compartidas serán las que más se recuerden cuando se regrese a la realidad, es decir: al puesto de trabajo.

Para saber más:
También podría gustarte

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.