Las empresas necesitan que sus empleados estén actualizados y que sepan realizar perfectamente su trabajo para resolver los retos de sus clientes. Aunque cada vez se está optando más por ecosistemas de aprendizaje que combinan diferentes canales, metodologías y formatos, la realidad es que la formación presencial sigue ocupando un gran volumen de las horas anuales estipuladas en las empresas, y que no siempre es posible contratar a formadores profesionales externos.
Cuando la formación presencial se hace con expertos internos, a menudo estos se encuentran con dos grandes retos:
- Cómo enfrentarse a una audiencia, atraer a los participantes y captar su atención durante las 4, 6, 8 o incluso más horas que dure la formación.
- Cómo trasladar su conocimiento a otros de tal modo que sea útil y aplicable al desempeño diario.
En estos casos se habla de la potencia del storytelling para crear emociones, vínculos y empatía, de tal manera que fluya el conocimiento y se haga una traslación efectiva del aprendizaje. De hecho, diferentes estudios avalan los efectos positivos que las historias causan en nuestro cerebro, y cómo facilitan el recuerdo posterior de lo escuchado/visto.
Sin embargo, muchos formadores internos creen en dos falsos mitos:
- Que no son capaces de narrar historias de forma emotiva
- O que el esfuerzo adicional que les va a suponer preparar su sesión utilizando historias no redunda en beneficios sustanciales.
Desde luego, pensar en cómo preparar una formación aplicando técnicas de storytelling no es tan rápido o sencillo como diseñar 30 0 40 slides con contenido «plano». Pero si de verdad queremos crear un impacto emocional que provoque que los asistentes a nuestra sesión quieran, puedan y sepan poner en práctica lo aprendido tras salir del aula, tenemos que invertir tiempo en prepararnos bien.
A continuación veremos cómo superar esos dos falsos mitos siguiendo algunos consejos prácticos.
1. CÓMO NARRAR HISTORIAS SIN SER UN CUENTACUENTOS NATO
Independientemente de nuestras habilidades innatas, todos narramos historias a diario. A nuestros amigos, cuando les contamos nuestras vacaciones. A nuestra pareja, cuando le resumimos cómo nos fue el día. A nuestros compañeros, cuando comemos con ellos y comentamos una noticia que nos llamó la atención o algo que nos pasó el fin de semana. A nuestro jefe, cuando le queremos convencer de un nuevo proyecto.
Es cierto que no todo el mundo tiene la misma “gracia” o capacidad de engancharnos con lo que cuenta, pero siguiendo una serie de consejos, practicando mucho y escuchando el feedback que nos den, es posible desarrollar esta habilidad.
Joe Lambert plantea en su obra “Digital Storytelling” (2015) siete pasos para trasladar historias con éxito:
- Emite un punto de vista propio y auténtico, que conecte con tus emociones personales
- Genera una pregunta dramática que cree tensión inicial y solo se resuelva al final
- Utiliza contenido emocional y haz énfasis en dicotomías emocionales: alegría y tristeza, amor y odio, orden y caos
- Modula tu voz según lo que estés narrando. La monotonía o un tono cansino provocará que la audiencia desconecte
- Usa música y efectos de sonido de fondo, para añadir atmósfera a tu narración
- Sé breve u directo: la economía narrativa es clave para no aburrir ni proporcionar datos innecesarios
- Da ritmo a la historia, jugando con picos y llanos
2. BENEFICIOS DIRECTOS DE LA APLICACIÓN DEL STORYTELLING A LAS FORMACIONES INTERNAS
Aprender a ser un buen contador de historias no es fácil ni rápido. Exige ganas, constancia y horas de ensayo. Los mejores monologuistas no son los que improvisan sus discursos, sino los que los ensayan una y otra vez hasta conseguir trasmitir naturalidad y sensación de improvisación.
Sin embargo, una vez que vayamos mejorando en nuestras habilidades de narración de historias conseguiremos ventajas inmediatas importantísimas:
- Ayudaremos al aprendizaje profundo, es decir, que lo que hayamos explicado se recuerde o memorice
- Crearemos un vínculo emocional con nuestros participantes en la sala, con lo que les mantendremos “on”, encendidos y vinculados durante buena parte de nuestro discurso
- Serviremos de inspiración y motivación. Nuestra historia, convertida en suya, pasará a otras personas (compañeros, amigos, familiares)
- Transferiremos no solo conocimientos sino también emociones, valores, sensaciones y experiencias que les servirá de vínculo con nosotros, y también con la organización
- Provocaremos momentos de pensamiento crítico, innovación y creatividad, ya que cada oyente podrá contrastar nuestra historia con sus vivencias y creencias personales
- Haremos nuestra sesión participativa, podremos compartir diferentes puntos de vista y experiencias que nutras y enriquezcan nuestra historia en el futuro, haciéndola wiki y colaborativa
Con el storytelling o narración de historias aplicado a nuestras formaciones internas reduciremos la distancia entre formadores y formandos, así como la distancia entre el contenido teórico y la realidad donde se aplica. Además, se logrará una personalización del aprendizaje creando vínculos interpersonales emocionales y reales, donde las historias compartidas serán las que más se recuerden cuando se regrese a la realidad, es decir: al puesto de trabajo.

- Joe Lambert. Digital Storytelling: Capturing Lives, Creating Community (Digital Imaging and Computer Vision). https://www.amazon.es/Digital-Storytelling-Capturing-Creating-Community/dp/0415627036
- Reporte EduTrends Storytelling. https://observatorio.itesm.mx/edutrends-storytelling/