«Es más importante el camino que la posada”. Miguel de Cervantes
El 15 de abril tuvo lugar la Cumbre de Innovación de 2015, organizada por la AEC y con el auditorio del Campus de Repsol de Madrid como marco para la presentación de los resultados del primer estudio de Cultura de la Innovación en España. En la jornada varias instituciones expusieron cómo es un «ecosistema de innovación«, y los directivos representantes de grandes empresas como Airbus, Thales, Merck y Repsol dieron a conocer sus experiencias prácticas sobre cultura de la innovación.
Uno de los mensajes más repetidos es que la innovación no es solo tecnología ni patrimonio exclusivo de los más jóvenes, sino que el desarrollo de la cultura de innovación es un elemento estratégico clave para el desarrollo de las empresas.
Exponiendo los resultados del primer estudio de Cultura de la Innovación, en el que han participado 69 empresas españolas, Francisco Chuan -Socio Fundador de DÍCERE– insistió en que la clave está en cómo hacer que las personas se impliquen en la innovación. Para ello, se deben tener en cuenta los dos hemisferios que componen “el cerebro de una empresa media”.
- Por un lado, el hemisferio emocional, en el que la conjunción adecuada de valores y conductas da como resultado un clima de empresa que favorece la actitud innovadora por parte de las personas
- Y por otro lado, el hemisferio racional, en el que una correcta nivelación de recursos y procesos genera resultados de negocio positivos
Los resultados del estudio llevan a la conclusión de que “la empresa media” española es muy creativa y tiene el talento para la innovación, es decir, el lado emocional es fuerte, pero se aprecia un área de mejora importante en la parte de procesos y herramientas, de los que suelen adolecer las empresas. Igualmente se observa que en este camino se necesitan líderes que funcionen como mentores y coach, antes que como directivos que coaccionen o limiten la cultura de innovación.
Chuan considera estratégica la importancia de la innovación, ya que aunque los resultados actuales de las empresas sean positivos, eso no significa que lo serán en el futuro cambiante, ya que lo que se recolecta hoy es fruto de lo que se sembró antaño.
En cuanto a la metodología del estudio, se consideran hasta 54 elementos de actuación (9 por cada uno de los 3 elementos de cada hemisferio, es decir, valores+conductas=clima, y recursos+procesos=resultados) Es significativo que de los “Top 10” indicadores de esos 54 totales, 8 de ellos sean emocionales, lo que quiere decir que hay muchas “ganas de innovar” en las empresas y que se cree en verdad que se dispone del talento in house para hacerlo. Sin embargo, de los “Bottom 10” de los indicadores 7 de ellos son racionales, lo que significa que no se sabe cómo ejecutar y llevar a cabo dichas ideas. Dicho de otro modo: Las personas no encuentra el tiempo, lugar o herramientas para materializar la innovación. No basta con tener ideas, hay que convertirlas en productos y servicios que enamoren al cliente y que además supongan una diferencia respecto a los competidores. Por ello es clave dejar de HABLAR de innovación y comenzar a ACTUAR.
EXPERIENCIAS PRÁCTICAS: DE LAS PALABRAS A LOS HECHOS.
En el segundo bloque de la Cumbre, se expusieron diversas experiencias prácticas sobre cultura de innovación en grandes empresas.
Comenzó la ronda de presentaciones Gonzalo Jiménez, Director de Transformación Cultural de AIRBUS, quien recalcó que la cultura de innovación no es algo exclusivo de la tecnología, sino que debe considerarse también desde la perspectiva de RRHH, creando espacios concretos para facilitar y llevar a cabo las ideas innovadoras, e incluso contemplando la capacidad de innovación de cada persona en términos de productividad.
Por su parte, Javier Pavón, Director de Soporte a Operaciones y Calidad de THALES, comentó algunas de las interesantes líneas de innovación que se están llevando a cabo desde el punto de vista tecnológico (sistemas biométricos, satélites de observación, drones, ciberseguridad, smartcities, etc.) Y, por otro lado, incidió en la vertiente de innovación en procesos y gestión enfocada al desarrollo de las personas. En este sentido comentó iniciativas originales como la creación de un sistema de gestión de competencias de seguridad para el personal de Thales, la transformación de sus oficinas de Madrid para promover el cambio cultural, y la aplicación de la metodología lean a la gestión y prestación de servicios (principalmente en la cadena de suministro y en los sistemas de información), enfocado a evitar despilfarros e ineficiencias.
En tercer lugar, Julio Varela, Commercial Excellence Manager de MERCK, inició su exposición con el mensaje de que la innovación está en el ADN de su compañía, y que la clave para conseguirlo está en la interacción entre personas heterogéneas, así como el sustento de herramientas para llevarla a cabo. Insistió en que la innovación tiene que concretarse en un producto o servicio que genere valor real para las personas que lo consumen.
A continuación comentó dos casos de éxito reales que muestran cómo poner en práctica la innovación entre los colaboradores con el cliente como foco: la Customer Innovation Iniciative, en la que se fomentó la escucha y observación activas de los clientes finales para detectar oportunidades de mejora. Y por otro lado, la plataforma Innovation Woost, un lugar donde volcar y discutir ideas. En todo caso, poniendo al paciente como centro de la innovación.
Por último, Alfonso Revilla, Director Corporativo de Organización, Innovación y Sistemas de Información de REPSOL comentó que los protagonistas son los colaboradores, y para ello desde 2011 se inició un camino dirigido hacia la innovación fuera del ámbito tecnológico, con personas específicamente implicadas para dirigir este tema en dos líneas: el desarrollo/cambio cultura, y la alineación estratégica. Fue de especial interés la campaña “Eres IN”, en que las ideas presentadas cosecharon premio y reconocimiento tanto si tuvieron éxito como si fracasaron, recalcando con ello el mensaje de que lo importante es poner el empeño y el esfuerzo en innovar, y que el fracaso es parte del camino hacia el éxito. Esa es la idea que también va implícita en el “Programa GO” –“Generando Oportunidades”, una campaña en la que se pretende que cada vez participen más personas y que sirva para conseguir ideas que supongan un ahorro de costes o una generación de ingresos de manera sostenida y aportando elementos de novedad.
Sin duda, las experiencias expuestas resultan emocionantes e inspiradoras, pero también racionalistas y cerebrales, donde el mensaje final incide en que las ideas, tanto si triunfan como si no, solo sirven si se diseñan, prototipan, ensayan, ejecutan y miden.
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